11. Nepal

Nepal es un descanso para los sentidos tras dos meses por India.

     El primer día en la frontera me hicieron darme cuenta que estaba un poquito tenso, nada importante, pero en india estaba posiblemente mas alerta de lo normal.

    Los agentes de aduanas con los cuales tenía que tramitar todos los sellitos o incluso los policías fronterizos acababan repitiéndome que me encontraba en Nepal y no India.

Gente amable, desinteresada y ambiente tranquilo.

Con esto no quiero decir que india sea todo lo contrario, india es muy grande y vive muchísima gente, pero el cambio es muy significativo.

    Personalmente las carreteras de Nepal me encantan. No suele haber mucho tráfico, son pequeñas y normalmente tienen unas vistas espectaculares del  paisaje. El pavimento esta como tiene que estar, lo suficiente bueno como para mirar el paisaje pero sin poder ir rápido por los imprevistos que te puedes encontrar y que te encuentras.

    Serpenteando por las carreteras fui subiendo hasta Pokhara. Que cambio tan grande de sensaciones en muy pocos días. Del humo de grandes camiones, trafico lento, mucho calor, sudor y superoblación, a la calma de las montañas, aire limpio, temperatura perfecta, poquita gente… el cambio es maravilloso.

    Pokhara es el centro turístico de Nepal. Un turismo que en mi opinión, bastante bien integrado y en cierta manera no muy invasivo. Y como sitio para tomarte unos días de descanso es perfecto.

    El primer día paseando por la ciudad, me di cuenta enseguida que había carne!, y cuando dijo carne, es carne, chuletón, hamburguesas etc… Mis papilas gustativas reaccionaron al momento dando saltos de alegria.

    Es una cuestión animal, mi cuerpo después de unos 6 kilitos de perdidas en India quería darse un señor atracón. Bueno… al final recuerdo que fueron varios días que acababa sentado en una mesa con un cuchillo en la mano de esos que cortan carne dispuesto a darlo todo.

Una tarde por el lago me encontré a Ira.

    Me gustaría contaros que Ira es una mujer rusa de cincuenta largos años, aunque ella decía cincuenta pocos.

   Hace un par de años descubrió que le gustan las motos y viajar en ellas. Y desde entonces va alquilando todo tipo de motos para viajar en ellas mientras se piensa que moto se compra para hacer un largo viaje.

   La conocí en Leh (India) un mes y medio antes en el guesthouse donde me hospedaba. Por aquellas fechas ya compartimos un día de ruta con su Royal Enfield por las montañas de la zona. Es una persona relativamente mayor con las consiguientes limitaciones que eso conlleva pero eso no le impide pedir ayuda cuando la necesita, como por ejemplo cruzar un rió, cambiar una rueda, etc… y imaginaros, no le faltan personas dispuestas a echarle una mano. A mi me hacia mucha gracia porque Ira tenia esa experiencia que solo tienen las mujeres en hacer que todo hombre haga lo que quiere.

Ira es súper enrollada y estaba claro que nos íbamos a ir de excursión.

   A los dos días tras encontrar una nueva moto para ella nos fuimos para Jomson. Nos decían que era una carretera nueva que subía hasta el parque natural del Annapurna.

Ahora me descojono con eso de “carretera nueva”

Pues bien, fue la “carretera” mas jodida que hecho hasta la fecha. Eso no era carretera ni era nada.

Cuando decían “carretera nueva”, era que habían vuelto a abrir el paso de rottan del señor de los anillos.

   Es cierto que pasaban camiones, coches y motos, pero también es cierto, que tanto los camiones y coches eran cuatro por cuatro bastante levantados del suelo, ligeramente preparados. Y respecto a las motos, motos pequeñas que se podían cargar a los hombros para pasar zonas complicadas.

Mi tanque se llevo unas buenas hostias en el cubre carter porque sencillamente las suspensiones no daban a mas y se tumbo bastantes veces a tomar el solete.

Ira iba con una moto de MotoCross de 125cc ligerita, encantada de la vida.

   Cuando me veía pálido, estudiando por donde cogones pasar por una zona complicada en cuyo lateral había un precipicio directo al infierno, me miraba con esa cara de si yo puedo, tú también, eres joven, fuerte y tu moto mola más.

   Tras 3 días botando llegamos a Jomson, sencillamente estas cosas se hacen por el camino en si, no por el destino. Si fuera por el destino, no hay pueblo tan maravilloso en el mundo que justifique pasar por esa “carretera nueva”.

La llegada a Jomsom fue…indescriptible.

   La cosa es que cuando estamos cruzando el pueblo nos paramos ante un control de entrada al Parque del Annapurna. Hasta hay todo correcto. Sabíamos que había que pagar una entrada (carilla por cierto, es un permiso para estar 30 días enfocado para toda la gente que va hacer alpinismo y perderse en la montaña).

La idea era quedarnos sin entrar en la zona del parque, visitar el pueblo y volver para Pokhara.

   Lo gracioso viene cuando nos dicen que nos hemos saltado el control de entrada al parque que esta en el pueblo anterior (a unos 70km), y que nos encontrábamos dentro, y que por supuesto, debíamos pagar la entrada tanto si queríamos continuar como si queríamos darnos media vuelta y volver para casita.

El oficial de la oficina se empeñaba en decirnos que nos habíamos saltado el control anterior, como si fuéramos a 100km/h !!! jajaja.

Íbamos a lo sumo a 20km/h.

   Durante el camino habíamos parado en todos los controles militares para los respectivos chequeos de pasaporte y nadie nos decía nada al preguntar sobre la entrada al parque, todo OK my friend!

   Bueno… tanto yo como Ira nos lo tomamos a juego, empecinados a que no íbamos a pagar. Lo malo es que tenían nuestros pasaportes y estaba claro que no los iban a soltar si no pagábamos.

Pues a jugar….

   Medio convencimos al jefillo de la oficina de la situación tan injusta que nos afectaba y que solo deseábamos volver para casa. Lo malo fue que quiso autorización del superintendente del parque. Este, dicho de paso, militar. Le contesto que ni hablar del peluquín, que no soltara los pasaportes si no pagábamos.

   Harto de aguantarnos en la oficina despotricando de la gran injusticia que nos afectaba y del show que estábamos montando cada vez que entraban turistas, nos acompaño hasta la oficina del superintendente para que le diéramos la brasa a el.

Bien es cierto que nos atendió perfectamente, te y galletitas nepalíes que no faltaran.

   La negociación tuvo muchas fases. Primero, la de que majos sois y que aventureros al subir en moto. Segundo, la de comprensión de nuestra situación. Tercero, la de estoy cansado y llevamos todo el día. Y por ultima, la de amenaza, voy a llamar a la policía y que se encarguen ellos.

   Lo probamos todo, llame a la embajada (por cierto la respuesta fue: si tienen tu pasaporte paga para que te lo devuelvan), Ira probó todas sus técnicas de persuasión femenina, suplicamos, prometimos que no lo volveríamos hacer… en fin que acabamos pagando.

   Estaba oscureciendo y lo más importante, mi visado caducaba en 3 días que si no…me instalo en la oficina de policías unos días jajaja

   Al bajar, me fije donde estaba la jodido control de entrada al Parque para hacerles una visita y de paso firmar en el libro de sugerencias y opiniones.

NO ESTABA EN LA CARRETERA. Estaba en el interior del pueblo (pueblo=8 casas).

   La realidad es que no hay turistas que suban por sus propios medios a Jomson y todas las compañías de trasporte o agencias llevan a los turistas a los controles, cosa que justifica lo que nos ocurrió.

   Aunque como bien puse en el libro de sugerencias, poner un cartelito en la carretera informando la entrada al parque no cuesta nada y parece más adecuado.

  No recuerdo el precio exacto de la entrada al parque pero creo recordar que era alrededor de una semana de vivencia en Nepal.

   Habían pasado 15 días desde que entre en Nepal y tenia que ir pensado en ir para Katmandú para solucionar el tema del envió de la moto a Tailandia, os recuerdo que es la opción mas lógica ya que tanto en Myanmar como Bangladesh no puedo circular.

   Estaba relativamente tranquilo porque tenía un contacto nepalí que me habían pasado en Turquía que me ayudaría a enviar la moto, no sabia exactamente nada del tipo, pero de alguna manera, sabia que un cable me iba a pegar.

   Ira también se iba en unos días para Camboya, país donde vive desde hace unos años con la jubilación que le da la madre Rusia, así que íbamos hacer otra excursion.

Bajamos hasta Lumbini, lugar donde nació buda.

   No se que deciros del sitio. Me dio la sensación que habían puesto un punto en el mapa y ahora eso era un sitio sagrado y había que montar una expo al respecto. Todos los países con relaciones Budistas están construyendo su respectivo templo al corre que te pillo. Bueno…para ver templos bonitos y con historia, tenéis miles de sitios mejor donde podéis ir.

  La anécdota fue cuando paseando por la zona, nos acercamos a un tumulto de personas, como siempre que uno hace eso, con la esperanza de que regalen algo jajaja.

   Pues nos regalaron un gorrito, pañuelo y una entrada a la casa de buda y un guía. Nos vino de perlas porque no pensábamos pagar la entrada a la casa de buda.

De Lumbini nos fuimos para el parque nacional de Chitwan.

Ira al igual que yo, le encanta buscar la alternativa gratuita para ver todos los sitios.

   La situación es que el parque es un negocio redondo. A uno le obligan a contratar un guía oficial para todo, además del precio de la actividad que quieras hacer dentro del parque. Incluso para ir a mirar el rió tienes que pagar.

   Hablando con los locales, encontramos un sendero que se adentraba dentro del parque y para allá que fuimos. Ira se descojonaba de mi porque lo primero que hice fue buscarme un palo.

Nos recalcaron los locales que podíamos encontrarnos animales de los grandes…

   Entre risas, yo le preguntaba a Ira que íbamos hacer si se nos cruzaba un “animal grande”, pero no sacábamos nada en claro, solo que yo iba a utilizar mi palito.

   Vimos cocodrilos, antílopes, monos, arañas de las grandes, elefantes, rinocerontes (estos desde legos) y pisadas de tigres o osos o alguien con pezuñas muy largas.

   Es increíble lo fácil que resulta perderse por estos senderos, Ira y yo íbamos colocando palitos en los puntos que el camino era dudoso. Realmente yo iba un poco acojonado y ligeramente paranoico con todos los ruiditos de la selva.

Ira fue una gran compañera de viaje…

Nuestros caminos se separaron y yo tome rumbo hacia Katmandú.

   Durante el camino revise un poco el facebook del contacto y vi que era un experto en el tema del envió de la moto, tenia bastantes fotos al respecto de otros viajeros.

Bueno…habrá que conocerle, aunque tanta experiencia me puso la mosca detrás de la oreja desde el principio.

Cuando llegue a la ciudad le llame y en 15 minutos me vino a buscar un empleado para llevarme a su casa.

Es un tema delicado cuando uno mezcla valores como amistad con los negocios.

He descubierto un mundillo de negocio respecto a viajeros en moto donde se suele mezclar el compañerismo motero con el negocio personal.

   Lo peor de todo es cuando uno duda. La duda de las verdaderas intenciones de la otra persona, que en mi caso, no paraba de tener gracias a la cantidad de situaciones delicadas que se sucedían.

Por un lado me ofreció una habitación en su casa desde el primer momento y por el otro me pedía el carnet de pasaje y el dinero.

   Al segundo día me puse por faena, naturalmente iba a valorar todas las opciones para realizar el traslado. Si chequeo 10 hoteles antes de decidir por uno con el coste que supone una noche de hotel, para el traslado, que representa el gasto mas grande en mi viaje estaba dispuesto a chequear todos los sitios de Katmandú.

   Estando por el centro turístico de Katmandú, donde se encuentran la mayoría de agencias de cargo, mi contacto me vio hablando con otra agencia cuando calculábamos las medidas de la moto para hacerme un presupuesto. Se acerco asombrado e intercambio palabras con el encargado de hacerme el presupuesto. Mas tarde, en la oficina mientras me daba el presupuesto este me pregunta quien era la persona que se nos había acercado (mi contacto), y me dice que no quiere problemas con nadie y que si sabia porque le había dicho que me inflara el precio y que por favor no le dijera el importe del presupuesto que me daba.

Bueno…

   Por la noche tocaba reunión. Le explique que agradecía enormemente su hospitalidad pero mis recursos son muy limitados y que no podía aceptar su presupuesto porque haciendo media con todas las agencia que había consultado el suyo era un 25% mas caro.

   El presupuesto que me dio inicialmente, según el, era un presupuesto muy ajustado pero eso no le impido bajármelo de golpe ese 25% de más respecto a la media. Además de asegurarme que no se llevaba beneficio alguno, incluso tenía perdidas solo que no quería perder ningún cliente ya que quería mantener la buena fama en el negocio.

   Reflexione un día y decidí quedarme con él por detalles muy positivos que también tubo conmigo, aunque haciendo cuentas no era una decisión muy acertada.

   Estuve en su casa unos días un poco bipolar, por un lado disfrutando de la compañía de su simpática familia y por otro lado picándome actitudes de te quiero Andrés por interés, especialmente al hablar con otros viajeros.

   Me sorprendió que con los viajeros que hable ninguno pedía mas presupuestos, solo seguían los pasos de la gran mayoría de una web famosa de viajes en moto.

   Aproveche los últimos días de moto hasta el día que tenia que ir al aeropuerto a despedirme y empaquetarla.

   Ese día fue caótico ya que era el último día laboral antes de unos días festivos. Era un ir y venir de furgonetas con paquetes, y paquetes de los grandes.

   El caso es que cuando ya teníamos la moto dentro de la caja, habían venido tantísimos camiones con paquetes que era imposible llevarla a la báscula para pesarla y meterla dentro de la zona privada de cargo. Mi contacto me decía que no me preocupara que no podíamos ir y que más tarde sus colaboradores la meterían dentro.

   Dudas, dudas… son lo peor, mas que nada por que el precio baria según el peso y el margen acordado era poco flexible.

   Tras fumarme un cigarrito de esos de voy a pensar, decidí pues, abrir un pasillo entre las montañas de paquetes que separaban mi caja-moto de la entrada-bascula de la zona de cargo (20m aprox.)

   Tarde una hora y media bajo la mirada estupefacta de los mozos de almacén que miraban distraídos como sudaba el chaval. Pensaba que tocaría “pelearme” con alguien, pero no, todo el mundo simplemente me dejaba hacer y el que me decía algo como “¿Qué pretendes?” le señalaba mi caja-moto y le decía que llevaba desde las 9 de la mañana y me tocaba pasar a mi.

   Cuando lo tenia todo listo, no se quien ordeno la operación, pero la caja se empezó a mover gracias a 10 personas que la iban arrastrando hacia la entrada. Erróneamente decidí colocarme al principio de la caja y cuando tuvimos que levantarla el medio metro del suelo para apoyarla en la báscula de poco pierdo dos dedos de la mano, llegue a acariciar el metal, uff que sensación. Ya lo sabéis siempre por detrás jajaja

   Tocaba despedirme de Nepal, hacia tiempo que no cogía un avión y fui bastante antes por eso de las colas, etc…

Después de 1h de cola en emigración me toca el turno.

         Sr. Jane su visa expiro hace 4 días

         QUE!

Jajaja

¿y ahora que tengo que hacer?

–  ventanilla, emigración

–  banco

–  pago de tasas

–  ventanilla de emigración

–  y vuelta la cola

Corre que te corre por el aeropuerto.

Entre en el avión tres minutos antes que cerraran la puerta.

Bienvenidos a Bangkok…

4 comentarios en “11. Nepal

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