Este capitulo se tendría que llamar Jalali, Nima, Kave y Ali. Porque han hecho que mis 25 días en Irán sean inolvidables.

Jalaly es un hombre de 42, con familia e hijos. Vive en Maku y tiene una pequeña fábrica de muebles a las afueras del pueblo. Generoso y hospitalario son atributos que se quedan cortos. Desde el primer momento estuvo pendiente de mi, preocupándose que no me faltara de nada, incluso me compro una tarjeta de teléfono para que pudiera hablar con mi familia y tener internet.

Desde el primer día me instale en su fábrica, en la zona privada que tiene acomodada para vivir. La intención inicial era quedarme un día, pero en estas situaciones, a medida que pasa el tiempo, uno va cogiendo mas confianza, se comparten buenos momentos y en consecuencia cuesta mas despedirse. Además, en mi viaje, va siendo habitual que el día que me propongo despedirme cae un tormentazo que me “obliga” a quedarme otro maravilloso día en buena compañía.

Los días los pasaba con Jalaly, Kazem y Ali, (estos dos últimos eran los trabajadores de la fabrica), a ratos ayudándolos en diversas tareas y a otros, haciendo mis cositas como escribir estas líneas o hacer el primer cambio de aceite y filtros a la moto.

Definitivamente me encanta estar o formar parte de la vida de otras personas, participar en la vida diaria de las personas que voy conociendo y aportar mi granito de arena. Creo que es enriquecedor para ambas partes. Especialmente para mí, es lo más importante en mi viaje.

Jalaly, mil gracias por haberme dejado formar parte de tu vida, así como, un fuerte abrazo para Kazem, Ali, Reza y todas las personas que conocí el primer DIA de la fiesta de cumpleaños.

Otro ejemplo de generosidad y hospitalidad de los iraníes es cuando fui a un  café internet para intentar enviar unos cuantos mail y fotos.

Kazem y Ali me acompañaron a un café internet para intentar actualizar la web y revisar el correo, el plan era que les tenía que hacer una llamada para que me vinieran a buscar. El internet iba lento de narices, 54kp y tarde 3 horas en enviar 15 fotos. Al terminar les dije que me cobrasen y me dijeron que no, que para los turistas es gratis, que no me preocupe J. Al final cuando les dijo que me voy me dicen que me invitan a cenar en su casa, que van a hacer barbacoa y que no me preocupe de nada, que han hablado con Jalali y que luego me acompañan a casa. Al terminar la cena, de camino a casa me invitan a un helado y para colmo me compran un paquete de tabaco.

La verdad es que fue una noche inolvidable con Farshad, Sina y el cuñado de cuyo nombre no me acuerdo, nos reímos mucho. Estuvimos hasta las tantas de la noche en la azote del edificio, desde la cual se podía ver todo el casco antiguo de Maku con las luces que alumbraban las grandes paredes naturales que forman el barranco donde se encuentra el pueblo disfrutando de una riquísima barbacoa que preparo Sina.

Siempre que me voy de un lugar que he estado súper a gusto, tengo la sensación que el viaje vuelve a empezar.

Empecé a ir dirección a la costa del mar Caspio como me recomendó Jalaly, la idea era hacer noche en un pequeño pueblo famoso por sus aguas termales, Sarein.

Llegue a Sarein apunto de anochecer con la desventaja que era un pueblo de alta montaña y hacia un frió que solo pensar que tenia que acampar a esa altitud ya se me erizaban los pelillos.

Entre al pueblo y en la primera rotonda salio un muchacho que se dispuso a ayudarme a encontrar hotel. Fue mi primer hotel del viaje.

Mi intención era ir al día siguiente a visitar las aguas termales, pero cuando vi de qué se trataba cambie de idea. Yo me había hecho la idea errónea que era una zona de aguas termales al aire libre, pero no, se trataba de varios complejos de hidroterapia muy parecidos a los que podéis encontrar en España. Decidí pues hacer turismo por el pueblo y probar toda la comida local que se ofrecía en los muchos chiringuitos que había en la zona. Me puse las botas, iba parando en cada chiringuito hasta acabar la calle principal J

De camino hacia el mar caspio pase por el borde con Azerbaiján, una zona montañosa con unos paisajes espectaculares.

Al ir por carretera me doy cuenta que los países son enormes, y que las ideas que tenia en un principio normalmente son equivocadas. Por ejemplo, en Irán, además de desierto, existen muchas regiones montañosas llenas de ríos, y cultivos de arroz, que si las viera en foto, jamás imaginaria que están hechas en Irán, seguramente pensaría en Tailandia.

En Leasar, un pequeño pueblecito de costa, encontré una zona en la playa que me pareció exquisita para montar el chiringuito, lo tenia todo, tranquilidad unos árboles, un suelo plano y el mar delante.

Normalmente cuando encuentro una zona que me gusta, estoy unos 20 min. andando por el lugar para asegurarme que es un buen sitio.

Enseguida me fije que al lado había una casa de pescadores y salía gente de la puerta que daba a la playa. La cosa es que al lado de la puerta tenían un espacio de césped perfecto para acampar. No me lo pensé dos veces, mi dirigí hacia ellos con el plan de siempre.

Tengo que deciros que monte la tienda pero durante los tres días que estuve no dormí en ella, solo estaba de adorno en la playa.

Era una casa grande de dos pisos delante el mar, en el piso de abajo vivían Ramin y sus padres y el la superior Nima, el hermano de Ramin, con su mujer. Desde el primer momento nos entendimos muy bien aun no sabiendo prácticamente nada de ingles. Creo que al final inventamos una especie de Farsiñol jajaja.

Tube la suerte de pasar muy buenos ratos con ellos, ayudándolos en el huerto, limpiando el jardín y comiendo con ellos la deliciosa comida que preparaba su madre.

Fueron unos días completos, hasta se estropeo la moto…desmonte media moto intentando averiguar que le pasaba. Al final creo que el problema estaba en el relé de la bomba de gasolina, se lo cambie y listo.

Uno de los momentos que no olvidare fue cuando Ramin me pidió que le dejara la moto para ir a buscar a su novia que vive a 500m de casa, para darle la típica sorpresita. Dejar la moto no es algo que me entusiasme, pero cuando conoces a las personas y estas se muestran tan generosas con uno, me resulta casi imposible negarme y mas cuando va a la vuelta de la esquina en una zona muy tranquila.

Yo sabía que en Irán es delito para los iraníes conducir o tener motos de gran cilindrada pero imaginaros la situación, una zona tranquila, un amigo que quiere sorprender a la novia y una moto jajaja.

A los 5 min. viene con la moto corriendo y me dice que la saque a la playa donde se encontraba la tienda y que me ponga su camisa. En ese momento todo el mundo se empieza a poner nervioso y ha hablar un poquito mas alto.

Ramin me explica que la policía le dio el alto pero que no se paro para evitar que me inmovilizaran la moto, la cosa es que en 2 min. Llegaría la patrulla y tenia que decir que la conducía yo.

Ramin no paraba de repetirme que no me preocupara, pero imaginaros…que no me preocupe… madre mía. Ahora recordándolo me río.

A los 5 min. la policía había rodeado la casa y al verme en la playa se pusieron a correr hacia mí.

Que situación mas graciosa como podéis imaginaros, un buen corrillo de polis, Ramin y su familia, yo y mi moto. Yo solo miraba a Ramin pensando que le iba a cortar los huevos si no acababa en la cárcel.

En seguida note que no había peligro, pero claro, en cuanto un policía te pide el pasaporte en una situación como esta, muy tranquilo que se diga, uno no esta.

Después de 10 min. contándoles la historia de siempre, soy de Barcelona, estoy de viaje con mi moto…Mesi, Inisesta, Puyol,  me puedo quedar esta noche en la playa? hay problema? Todos eran súper simpáticos con migo. Solo había uno que insistía en decir que yo no conducía la moto, que la conducía Ramin. Al final me dijeron que no me preocupara pero que tenían que llevarse mi pasaporte para hacer una fotocopia de mi visado. Ramin me dijo que iba el con la policía y que luego me traía el pasaporte pero preferí acompañarlos y separarme lo menos posible de mi pasaporte. Cojimos yo y Ramin un taxi y fuimos a comisaría a por mi visado.

La cosa es, como me decía Ramin, que los policías eran sus amigos, el padre conocía a alguien y con la típica llamadita en la comisaría me dieron el pasaporte y a Ramin no lo dijeron nada por haber conducido mi moto, mejor dicho, por haber ido a la fuga con mi moto, jajaja

A partir de ese momento me pase el resto de días bromeando con Ramin preguntándole si quería conducir mi moto.

En casa de Ramin conocí a Kave, el cuñado de Nima.

Kave tiene 26 años y es profesor de ingles, característica que le permitía entenderme la mayor parte del tiempo con mi ingles de 50 palabras.  Hicimos buenas migas enseguida.

Kave me insistió que fuera a su casa en la montaña a pasar unos días y como imaginareis para allá que me fui al salir de casa de Nima, como el juego de la oca, de casa en casa y tiro por que me toca jajaja

Kave y su familia viven en una humilde casa tradicional a unos 20 Km. de la playa, en una zona montañosa llena de arrozales escalonados. Es uno de esos lugares que os comentaba que me cuesta relacionarlos con el concepto que tenia de Irán.

Pese a la zona rural donde vive, con las limitaciones que ello supone, Kave es de esas personas súper cultas interesadas por todos los artes en general, literatura, cine, pintura… A su lado me siento un ignorante en la mayoría de conversaciones aun cuando hablamos de cultura española por ejemplo.

Es una persona muy interesante con la cual he podido hablar de todos los temas que me interesaban por ejemplo de la cultura iraní, o resolver mis dudas respecto a la técnica correcta a utilizar en el servicio J

Una noche mientras hablábamos de las diferencias en la forma de pensar de los españoles con los iraníes, kave recibió una llamada en la cual le preguntaban mi nombre. Lo curioso de la situación es la hora en que recibió la llamada, la 1 de la madrugada. Por culpa de mi deficitario nivel de ingles estuvimos hasta las 4 de la madrugada hablando para resolver nuestras inquietudes y los sentimientos de incomodidad que se habían creado. Al principio yo tenia la sensación que le podría causar algún problema por estar en su casa, y el tenia la sensación que a mi me incomodaba la curiosidad extrema de algunas personas. Al final, una vez aclarado todo, estuvimos bromeando imaginando deferentes situaciones que justificaran la llamada.

A veces en Irán tengo la sensación que hay un poco de obsesión con la “seguridad”,  por ejemplo, en la mayoría de cafés internet que he ido, el procedimiento habitual es hacer una fotocopia del pasaporte de todo el mundo. En otra ocasión en Teherán, mientras esperaba a un amigo, vino una moto con dos policías de paisano y mientras uno examinaba mi pasaporte, el otro, grababa mi moto con una cámara de video, detalle a detalle, acabando también con mi pasaporte. Al final tan amigos, pero un tanto extraño para mi ese modus operanding.

Con Kave siempre bromeábamos sobre mi verdadera identidad de agente secreto, y mis planes ocultos.

Uno de los días que estuve con Kave, este me llevo con un amigo y su hermano de excursión a uno de sus lugares favoritos. Es una zona de alta montaña a 4h de su casa por pistas de tierra conocida por el turismo local. La cosa es que como en todo, existen dos caminos, el fácil y aburrido, o el difícil y divertido, y claro, me llevaron por el divertido. Divertido ahora que lo recuerdo, en aquel momento no me parecía muy divertido. Ellos se mueven con motos de 125cc muy ligeras, la mía para estas ocasiones resulta un coñazo, mas cuando llevo a alguien de paquete. había tramos que realmente lo pase mal, imaginaros…una pista llena de roderas muy profundas y un maravilloso barrando por el otro lado, 20cm de tierra para rodar en pendiente y con neumáticos de carretera. Al final 2 pequeños accidentes sin importancia ni heridos. Pero valió la pena…

Ha sido un placer haber compartido este tiempo con Kave y su familia.

Gracias Kave, Roozbeh, Narcissus, Reza, Ahad, Nima, Ramin y a sus padres.

Los días de mi visado se iban consumiendo y tenia que ir a Teherán a la embajada española a solucionar un asunto pendiente.

Entrar en estas mega ciudades es todo un reto para mí. Teherán con sus 20 millones de habitantes es una locura. Tiene autopistas dentro de la ciudad, imaginaos entrar por equivocación, conducir por Teherán si que es una aventura.

A todo esto, mi fantástico teléfono que hasta la fecha me hacia de GPS dejo de funcionar. Tengo que deciros que mientras ha funcionado, me ha ido estupendamente, cuando tenia wifi actualizaba los mapas de las zonas por donde iba a pasar y listo, el problema vino cuando san google no reconocía mi sesión de usuario y bloqueo google maps.

El caso es que mientras estaba parado en una calle tirandome de los pelos se paro un coche y … me invitaron a comer.

No es que me vaya con cualquiera, es que he desarrollado una técnica de análisis facial instantánea. J Y hay que seguir el “no plan”.

Al final el dia resulto divertido por que hubo una buena confusión. El caso es que entendí que me quedara a pasar la noche en su casa. J Pero no. El problema, es que no tenían parking y naturalmente no querían responsabilizarse de mi moto. El inconveniente fue la hora que eligieron para acompañarme a encontrar hotel. Las 22h, sumando las 2h de atasco, acabe a las 12h de la noche en un hostal que no tenía desperdicio, empezando por el recepcionista y acabando en mi zulo.

Los siguientes días los pase un tanto solitarios en Esfahan. Entre que quería hacer turismo por la ciudad y necesitaba internet para intentar solucionar el problema con el móvil acabe en un hotelito y no es lo mismo. Conoces gente pero de otra manera.

De camino a Shiraz busque un sitio donde dormir a pocos kilómetros con la idea de entrar en la ciudad a primera hora de la mañana. Siempre se me hace complicado escoger un sitio, especialmente si esta lleno de casitas y no se ve ninguna zona tranquila y apartada.

Volví al plan del jardín por una noche. Elegí unas cuantas casas pero en la primera salio un perro con intenciones poco amistosas que me obligo a salir pitando, en la segunda no había nadie y en la tercera me invitaron a un te al acabar mi pregunta.

Resulto ser la casa de vacaciones de Ali y su familia. Su hijo Sajjad vive en la casa todo el tiempo por que se ocupa de cuidar los cultivos.

Que suerte la mía, resulto ser una familia encantadora.

Al dia siguiente me fui a Shiraz con Pari, Niloofar y Sajjad, los hijos de Ali y Faride. Me hicieron una buena vuelta enseñándome su ciudad. De todas las ciudades en Irán, a mi gusto, es la más bonita. Es una de las ciudades mas turísticas de Irán, y se nota en los pequeños detalles como en la limpieza de sus calles, hay papeleras, cosa que se hecha a faltar en la mayoría.

Por la noche, al ir a buscar la moto en un parking de la ciudad, me dijeron que me estaban esperando en el restaurante de enfrente para hablar con migo.

Resulta que delante estaba el restaurante más importante de la zona y entiendo, su relaciones públicas, al ver mi moto, les comento a los guardas que me acompañaran al restaurante.

Parecía que le estaban enseñando el restaurante a una persona famosa, todo el mundo nos miraba y yo me descojonaba. Hasta me dedicaron una canción el pianista de uno de los salones. Al final unas cuantas fotos de la moto en la puerta del restaurante y para casa a cenar.

Mi intención era irme al dia siguiente rumbo a Pakistán pero cambie de planes para echarle una mano en el huerto a Sajjad, parece mentira pero también se agradece un poquito de trabajo de vez en cuando.

Muchisimas gracias Ali, Faride, Niloofar, Sajjad y Pari por haber compartido vuestro tiempo conmigo, espero Pari poder verte en Barcelona.

En resumen lo mejor de Irán, sin duda, los iraníes. Excelentes personas.

En Zahedan , a pocos kilómetros de la frontera con Pakistán, dormí en un buen hotel de 4 estrellas. Al principio lo descarte, pero acabe volviendo ya que los otros 3 que vi me pedían el mismo dinero y no tenían ni punto de comparación. El caso es que 4 personas diferentes me recomendaron encarecidamente que me dejara de acampadas en esta zona de Irán y me buscara un hotelito. Al final puede solucionar el problema con el teléfono y volví a tener GPS.

A 50 Km. de la frontera, me para un control y me dicen que tengo que continuar escoltado, y los mas gracioso de la idea es que el escolta va conmigo en la moto.

Al final me tuve que poner un poquito farruquito para que descartaran la idea. No quería sobrecargar la moto. Lo solucionaron parando el primer coche que pasaba para que llevara al militar.

Tengo que deciros que al final sucedió. En un control no pasaba nadie y no tenían ningún coche disponible. Lo lleve. La faena viene luego, cuando te ven llegar en el siguiente control con el poli detrás, la jodiste. En ese momento ya no te puedes negar.

Pese a que es incomodo conducir cargado como un burro y con un poli con su respectiva tripita y su buena metralleta, al final te adaptas. No dejas de ver gente conduciendo motos con 5 personas encima o con una baca atada. Reduci la velocidad a 70 Km. por hora como máximo en los tramos en que el asfalto estaba perfecto y listo.

Al final hasta me gusto. Estando tan pegaditos te haces amigo mas rápido, pasas de conducir solo a hablar y a reírte. Todos resultaron ser súper simpáticos conmigo.

En la frontera tuve muchísima suerte. Los trámites en la frontera me resultan muy pesados, No tienes ni idea donde tienes que ir, esta lleno de gente de la que te cuesta distinguir en ocasiones si son oficiales o simples buscavidas.

Para salir de Irán el militar que llevaba en ese momento se ocupo de echarme una mano y para entrar en Pakistán unos Pakistaníes, en especial Javed, los cuales había conocido 1 hora antes en la carretera, me ayudaron en la entrada al país.

Cruzar la frontera de Pakistán, una vez visto lo visto, me daría mucha pereza tener que superarla solo. Es como un pequeño pueblo, lleno de casitas, la cual la menos esperada es la que te interesa. Al final es como hacer una gincama superando las pruebas en cada parada para continuar en la siguiente.

En la última prueba me dicen que tengo que continuar escoltado, y dada la hora que es tengo que hacer noche en el pueblo para salir por la mañana. Me dan dos opciones, irme al hotel del pueblo o quedarme en la base policial. No me lo pensé dos veces.

Los policías no dejan de ser personas trabajando y mi condición de invitado favorece a la hora de hacer amiguetes.

A las 3 horas estaba jugando a bolei a lo pakistaní, con una pelota que parecia de cemento.

Al día siguiente tenía el primer dedo de la mano hinchado como una butifarra.

Continuara…